el hotel colibrí turquesa, qué decepción. la ducha fría era un capricho del lugar, como si estuviera en un spa pero sin el agua caliente. ¡ah, y gracias a la señora mayor por recordarme que ya no soy un joven, al sacarme el aliento con su actitud! esperaba un trato especial, pero fue como estar en un motel de paso.

El baño estaba dos pisos arriba, pero la ducha en la terraza era genial.

Una estancia agradable con pequeños detalles que mejorar

El personal fue extremadamente amable y siempre dispuesto a ayudar. Aunque el baño era externo, la experiencia general fue satisfactoria. El desayuno era delicioso, especialmente los huevos revueltos, perfectos para empezar el día. Un consejo, pregunta por habitaciones con mejor ventilación.

Estuve allí por un viaje corto y lo que más me gustó fue la tranquilidad del lugar, junto con las vistas espectaculares que se pueden disfrutar. La habitación era un poco oscura, pero el ambiente en el jardín era muy relajante. Además, la ubicación es bastante conveniente, ya que está cerca de varios puntos turísticos como el Mercado y el Museo de Arte Prehispánico.

Recomiendo preguntar sobre habitaciones con mejor ventilación y ubicación, ya que algunas son bastante oscuras y pueden ser incómodas.

Desayuno delicioso y jardín relajante.

jardín espectacular, ducha en la terraza, habitaciones acogedoras

El acceso al estacionamiento es un verdadero desafío golpear otro auto!!! Me quedé esperando como si estuviera en una cola del banco. La gente se siente perdida al llegar, y olvidé mencionar el check-out poco claro que me costó un malentendido con mis cosas.

La habitación era acogedora y el personal muy atento (Leticia y Vicenta son increíbles). El jardín es hermoso, ideal para relajarse, y el desayuno fue delicioso, especialmente los huevos revueltos :) La ubicación es perfecta, cerca de todo.

El acceso al estacionamiento es un poco complicado, lo que podría mejorar para una mejor experiencia.

Estuve una noche y aunque la habitación era sencilla, la ducha en la terraza ofrecía una experiencia única. Sin embargo, el acceso al baño era incómodo ya que estaba a varios pisos de distancia, y el ruido de las habitaciones cercanas afectó mi descanso. El desayuno fue delicioso y un buen comienzo para el día.

La estancia fue buena, el lugar era tranquilo y el personal estuvo atento. Un detalle curioso fue que el desayuno incluía opciones tanto continentales como americanas, lo que me hizo recordar los desayunos familiares en mi Sevilla. La habitación tenía un patio con vista a la montaña, una buena manera de empezar el día.

El acceso al baño compartido estaba dos pisos arriba de la habitación, lo que fue incómodo. Encontré que algunas fotos no eran representativas del lugar.

El jardín es verdaderamente espectacular, con una variedad de flores y plantas que crean un ambiente relajante. La habitación era acogedora y espaciosa, y el desayuno fue delicioso, especialmente los huevos revueltos. Además, el acceso al centro de Tepoztlán es fácil y agradable.

El acceso al baño compartido requiere subir escaleras.

estancia satisfactoria pero con detalles por mejorar

La atención de Leticia y Vicenta fue excepcional, siempre dispuestas a ayudar y crear un ambiente acogedor. La limpieza en general fue impecable, con habitaciones y baños que mostraban un gran cuidado. El desayuno, especialmente los hotcakes y el jugo de naranja, fue un verdadero placer para comenzar el día. Además, la vista al jardín era una delicia para disfrutar mientras desayunábamos.

El acceso al estacionamiento podría ser complicado, lo que afectó un poco la comodidad de nuestra llegada.

La ducha para la habitación estaba en la terraza del segundo piso, lo que le dio un toque único a la experiencia de baño con vistas. Además, el medio baño compartido era bastante accesible, lo cual fue conveniente.

La habitación donde me alojé era pequeña y parecía estar ubicada frente a la cochera, lo que resultó en ruidos constantes de conversaciones y hasta ronquidos de la habitación contigua. Para ir al baño, había que subir escaleras, lo cual puede ser complicado para personas con movilidad reducida. Me había interesado en el jacuzzi, pero no pudimos usarlo porque no había agua, a pesar de que al día siguiente vi que regaban el jardín con la manguera. La entrada y salida del estacionamiento también era un reto, con espacios muy reducidos, provocando que siempre estuvieras a centímetros de golpear otro auto.